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Tatiana Oviedo Escort de 22 años

CDMX, Ciudad de México

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Tatiana Oviedo 5636094048

Hola, soy Tatiana Oviedo. Nací en Colombia y ahora estoy en la Ciudad de México. Mido 1.68, peso 60 kilos y tengo medidas 94-60-94. Hablo español, inglés y portugués, lo que me permite conectar con diferentes personas y culturas sin problema.

Soy una mujer que cuida su imagen y su forma de ser. Me gusta la puntualidad, el respeto y la buena comunicación. Si algo me define, es la honestidad: prefiero hablar claro desde el principio, sin adornos ni complicaciones.

Disfruto del estilo de vida activo, de las conversaciones interesantes y de crear un ambiente relajado y con buena vibra. Trabajo full time, y todo lo manejo directamente, sin intermediarios.

Me puedes contactar por WhatsApp cuando quieras. Si estás buscando a alguien auténtica, con buena actitud y atención real, aquí estoy.

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Reseñas y Valoraciones

19/07/2025

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Ayer quedé con Tatiana y fue otra historia. Llegó clavada a las 5:00 pm, tacones altos y falda ajustada; esas piernas de gym se notan al segundo. Entramos al cuarto, dejé la chaqueta y puse algo de música suave. Charlamos un rato sobre viajes y trabajo, pero en cinco minutos la conversación quedó en segundo plano.

De pronto la vi acercarse, su mano en mi mejilla y un beso directo que me dejó tonto. El pulso se me subió en un segundo; sentí su aliento en el cuello y esa urgencia me agarró desprevenido. Nos apoyamos contra la pared, besos cortos, urgentes, cero drama.

Cuando salí, aún se sentía el calor de sus labios y su sonrisa cómplice. Definitivamente, repito cuando quiera.

15/07/2025

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Arranqué la noche pensando en pedir una pizza y acabé con Tatiana, carcajadas y un par de cervezas en la mesa. Cuando entró, llevaba top negro y falda, tacones rojos—se veía increíble. Nos presentamos y charlábamos de tonterías, hasta que el silencio nos dejó en evidencia.

De pronto me acerqué y la besé despacio; en segundos ya estábamos pegados, rozando manos y cintura. No fue nada planeado: sentí su risa contra mi boca y su piel caliente en mi brazo. El cuarto quedó en penumbras, la música sonó más alta y nuestros besos pasaron de suaves a urgentes.

Al final, nos quedamos tirados en la cama, sudados y sonriendo. Me regaló un último beso y un “avísame cuando quieras repetir”. Yo ya marqué su número antes de dormirme.

02/07/2025

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Chicos, me la rifé ayer: estaba viendo el partido en casa y de pronto me acordé de la cita con Tatiana Oviedo en Villas Patriotismo. Me levanté medio lento, pero alcancé a llegar con cinco minutos de retraso. Toco la puerta y ahí estaba ella, con jeans ajustados y esa sonrisa tan natural que no esperaba. Entré y apenas solté la mochila, se acercó y me dio un beso en la mejilla—cero nervios.

Nos sentamos en la cama, empecé a contarle de mi semana y ella escuchaba atento, con esa mirada que te deja hablando sin parar. En un momento, se inclinó y me besó de frente, con ganas. El cuarto quedó en silencio, se sentía el pulso acelerado. Nos reímos, sudados, y terminamos abrazados, prometiendo vernos de nuevo.

24/06/2025

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Quedé con Tatiana Oviedo en el Pasadena de CDMX. Llegó 10’ tarde por el tráfico y me encontré con su sonrisa fácil y ese top animal print. El cuarto tenía luz baja y silencio, así que nos sentamos en la cama y charlamos de la locura del día. De pronto, sin mucha charla, empezamos a besarnos con ganas. Su piel se sintió cálida y en minutos ya estábamos sudando y riendo sin reproches. Nada de guión, todo fluyó. Al final me ofreció agua, sonrió y me dijo que le gustó el mood. Quedamos en repetirlo pronto.

15/05/2025

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El maldito ascensor tardó lo suyo, así que subí corriendo tres pisos y abrí la puerta. Allí estaba Tatiana, con una sonrisa pícara y la mirada fija en mí. Sin decir nada me abrazó fuerte, y sentí su cuerpo contra el mío; el pulso se me subió en cuanto rozó mis labios. Cerré la puerta con el pie, la tomé de la cintura y la acerqué despacio. Se me erizó la piel y noté su respiración agitada. Nos besamos con urgencia, sin tanta charla. El tiempo se hizo breve y la habitación quedó temblando con nuestro ritmo.

02/04/2025

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anoche en Villas Patriotismo: quedé con Lenni Avama y Tatiana Oviedo —sí, las dos juntas— y fue una locura. Llegaron puntuales, con lencería rota y un par de botellas de vino. Charlamos un rato en el jacuzzi, soltando rollos de la chamba y los tacos que nos íbamos a comer después. Cuando bajamos al cuarto, la música sonó de fondo y todo fluyó sin forzar.
Lenni dominaba el ambiente con su risa y esos ojos; Tatiana entró suavecito, rozando mi hombro. En minutos estábamos los tres riendo, abrazados y descubriendo que conectamos de inmediato. No hubo guión: hubo caricias, besos fuertes y cero dramas. Terminé rendido, pero con ganas de más. Al despedirnos, me dijeron “repite cuando quieras” y juro que vuelvo la semana que entra.

08/01/2025

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Ayer quedé con Tatiana en Villas Patriotismo y fue una locura. Llegó puntual —con tacones altísimos y faldita corta— y nada más entrar ya me quedé viendo sus piernas de gimnasio. Nos sentamos en la cama, puse algo de música y en un segundo estábamos besándonos con todas las ganas. No hubo charla larga: sus manos iban directo al cuello y mi respiración se volvió un desastre. Seguimos cerca del espejo, riendo y rozándonos, cero drama. Al cabo de un rato paramos para tomar agua, ella me sonrió y dijo “¿Repetimos mañana?” Me fui con la cabeza dando vueltas y el plan de volver cuanto antes. Definitivamente quería más de esa chispa instantánea.

21/12/2024

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El reloj marcaba las 10:05 cuando sonó el timbre y vi a Valeria en la puerta: falda corta, tacones y una mirada que lo decía todo. “Perdona el retraso”, dijo ella con voz calmada. Entré, dejé las llaves en la mesa y encendí algo de jazz suave. Me senté en el sofá y ella se acomodó al lado, cruzando las piernas despacio. Al segundo ya estábamos rozándonos: primero un roce de manos, luego un beso lento en el cuello.
Sin tanto rollo, sus labios se apretaron contra los míos con ganas y el calor subió en segundos. Nos apoyamos en la pared, respirando fuerte, sin hablar. El resto de la noche fue pura urgencia: caricias en la espalda, risas cuando fallé un abrazo y el momento en que sólo importaba el pulso compartido. Cuando nos separamos, ambos sonreímos sin palabras y supe que repetiríamos pronto.

02/04/2024

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Les cuento rapidito lo que pasó: salí pasadas las ocho del curro y llegué a Villas Patriotismo sin muchas ganas. Toco el timbre y abro; ahí está Tatiana, toda de azul oscuro, tacones y una sonrisa que te paraliza. “Perdona, el tráfico estaba imposible”, dice y entra como si conociera el lugar. Dejo caer la mochila, pongo un poco de música y nos sentamos en el borde de la cama.

Me acerco despacio, rozando su mano, y en dos segundos ya nos estamos besando con ganas. Nada de charla larga: sus labios contra los míos, la respiración acelerada, las manos en la nuca. Luego reímos, sudados, mientras ella aparta un mechón de mi frente. Antes de marcharnos, me mira y dice “¿Repetimos otro día?” Casi ni supe qué responder de lo aturdido que estaba.

Última actualización: 19 de julio de 2025