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Mel Souza Escort de 26 años en Ciudad de México

Soy Mel Souza, brasileña de 26 años, pelirroja natural y ojos verdes. Estoy en CDMX … leer más

Mel Souza 5637582855

Soy Mel Souza, brasileña de 26 años, pelirroja natural y ojos verdes. Estoy en CDMX por temporadas y coordino mis encuentros con anticipación. Mido 1.62 y cuido mi cuerpo: entreno, camino mucho por la ciudad y me gusta sentirme cómoda en mi piel. Hablo portugués, español e inglés, así que la conversación fluye como te venga mejor.

Busco hombres respetuosos, puntuales y discretos, que valoren una buena charla tanto como una química honesta. Me gustan los museos, los viajes improvisados (cuando la agenda lo permite), la música para ambientar sin gritos y una copa bien servida. Prefiero planes simples pero bien hechos: buena energía, higiene impecable y cero dramas.

Soy directa: sensual sí, vulgar no. Me gusta dejar una impresión agradable y que ambos la pasemos bien, sin poses ni historias complicadas. Si conectamos, genial; si no, también se agradece la honestidad. Privacidad ante todo.

Puedes encontrar a Mel Souza en:

Tarifas y Zonas

Servicio Duración media Precio base
Acompañamiento en domicilio 1 h / 2 h 7000 MXN
Acompañamiento en hoteles 1 h / 2 h 7000 MXN
Eventos y fiestas A coordinar 7000 MXN
Recibimiento en apartamento privado 1 h / 2 h 7000 MXN
Viajes y traslados largos Por día A cotizar MXN
- Zona Alcaldía / Colonia
San Ángel Álvaro Obregón
Nápoles Benito Juárez
Del Valle Benito Juárez
Narvarte Benito Juárez
Portales Benito Juárez
Coyoacán Centro Coyoacán
Roma–Condesa Cuauhtémoc
La Condesa Cuauhtémoc
Juárez / Zona Reforma Cuauhtémoc
Centro Histórico Cuauhtémoc
Polanco Miguel Hidalgo
San Miguel Chapultepec Miguel Hidalgo
Escandón Miguel Hidalgo

Reseñas y Valoraciones

Javi
5.0
04/09/2025

Desde el primer mensaje que intercambiamos, la discreción y amabilidad de Mel me cautivaron por completo.
Su manera de cuidar su cuerpo y mantener una conversación fluida en varios idiomas hizo que el tiempo volara.
La química surgió de forma natural, con momentos íntimos que priorizaron el respeto y la mutua satisfacción, sin complicaciones innecesarias.
Su energía positiva y enfoque en lo simple me dejaron con una sonrisa duradera.
Definitivamente, una experiencia que recomendaría para desconectar del ajetreo diario. 😊

Ricky
5.0
18/07/2025

Desde el momento en que coordiné mi encuentro con Mel Souza a través de un mensaje sencillo, su enfoque profesional y cálido me hizo sentir en un espacio de total confianza, algo que valoré profundamente en un mundo tan ajetreado como el mío.
Mel, con su vibrante personalidad y ese acento brasileño que añade un toque exótico a cada palabra, me sorprendió con su fluidez en idiomas; hablamos en español sobre temas que van desde la música relajante hasta los placeres de un viaje improvisado, y su energía positiva me envolvió como una brisa fresca.
Lo que más me impresionó fue su dedicación a mantener un equilibrio: cuida su cuerpo con rutinas diarias que se notan en su figura esbelta y en la forma en que se mueve, pero lo combina con una conversación inteligente que hace que el tiempo pase volando. No hubo presiones ni expectativas forzadas; todo fluyó de manera natural, con risas compartidas y momentos de conexión genuina que me dejaron reflexionando sobre lo importante que es el respeto mutuo.
Su descripción en el perfil es exacta: ojos verdes que capturan la atención y una piel que refleja cuidado, pero lo que destaca es su honestidad y discreción, ideal para alguien como yo que busca experiencias sin complicaciones.
En resumen, pasar tiempo con Mel fue como descubrir un oasis en la rutina diaria; recomendaría su compañía a cualquiera que aprecie la combinación de sensualidad sutil y conversación enriquecedora. 😊
Su manera de finalizar el encuentro, con un simple gesto de despedida, me hizo sentir valorado y con ganas de repetir, algo que no siempre ocurre. La música de fondo que eligió, siempre a un volumen perfecto, añadió un matiz especial, recordándome lo mucho que disfruto de esos detalles finos.
Además, su puntualidad y la forma en que maneja la privacidad me tranquilizaron por completo, eliminando cualquier posible drama. En un mundo donde las interacciones pueden ser impersonales, Mel ofrece algo auténtico y memorable.
Hablamos de sus rutinas de ejercicio y cómo le ayudan a mantener no solo el cuerpo, sino también la mente clara, lo cual inspiró mis propios hábitos. Su sonrisa natural y la forma en que escucha atentamente hacen que cada minuto cuente.
Realmente, es una experiencia que equilibra lo físico con lo emocional, y aunque no soy de escribir reseñas, esta vez sentí que debía compartirlo para destacar su profesionalismo. Sin duda, volveré pronto, porque en estos encuentros, se trata de crear recuerdos positivos y duraderos.
Mel no solo cumple con lo prometido, sino que excede expectativas con su carisma y atención al detalle, como servir una copa de manera impecable o elegir temas de conversación que resuenen personalmente. Es esa rareza en las interacciones modernas que hace que uno se sienta especial y cuidado, sin artificios ni roles forzados.
Al final, lo que queda es una sensación de bienestar y gratitud, algo que no todos pueden ofrecer. Si buscas una escapada discreta y significativa, Mel es la elección perfecta.

Anónimo
5.0
02/04/2025

El último semáforo de la calle se puso en verde y me apresuré a subir al departamento de Mel. Subí por las escaleras, toqué el timbre y abrió ella con un top rojo sencillo y tacones. Me saludó con un beso en la mejilla y me invitó al sillón. Charlamos de la bici, de sus viajes por Brasil y mis planes de fin de año. Al cabo de un rato, el silencio cambió de tono: me acerqué por la cintura y nos besamos con fuerza. Sus manos en mi nuca me dejaron sin aire; el cuarto se llenó del ruido de la ciudad. Fue todo tan natural que se me olvidó mirar el reloj. Cuando salí, apenas dije “nos vemos pronto” y marqué su número antes de llegar al auto.

ViajeroAnónimo
5.0
31/03/2025

Acabo de tener una cita con Mel Souza y no podría estar más impresionado. Llegué a su departamento en la tarde, un poco nervioso por el tráfico de la ciudad, pero ella abrió la puerta con una sonrisa cálida y un outfit casual que la hacía ver aún más atractiva.

Mide justo como se describe, alrededor de 1.62 metros, y su pelo pelirrojo natural junto con esos ojos verdes me dejó sin palabras desde el primer momento. Empezamos con una charla relajada sobre música y viajes, algo que ella maneja muy bien en portugués, español e inglés, lo que hizo que todo fluyera sin esfuerzo.

Me sirvió una copa y hablamos de lo mucho que le gusta caminar por la ciudad para mantener su cuerpo en forma, y se nota porque su energía es realmente contagiosa. En poco tiempo, la química entre nosotros se encendió; un beso inesperado pero bienvenido nos llevó a un momento íntimo y apasionado, lleno de risas y caricias sinceras.

Todo fue tan natural y respetuoso, sin dramas ni complicaciones, exactamente como prefiero. Salí de allí con una gran sonrisa y con muchas ganas de repetir la experiencia. Definitivamente, es algo que recomendaría para quien busca discreción y una buena vibra en general.

Anónimo
5.0
01/03/2025

El Uber se atoró en la Roma y llegué casi media hora después, empapado y encantado con la cita. Toco el timbre del 302 y Mel abre con unos jeans ajustados y una blusa verde que me voló la cabeza. Me invita a pasar, dejo la chamarra y me ofrece un tequila.

De fondo suena algo de bossa nova mientras charlamos de lo loco que estuvo el invierno en CDMX. En un momento me mira, se acerca y me besa sin aviso: beso corto, intenso, de esos que te hacen olvidar la hora. Nos reímos, respiramos fuerte y sentimos el pulso compartido.

El resto de la noche fue pura urgencia: caricias al pasar, risas cuando tropecé y un “avísame cuando quieras” al despedirnos. Salí con ganas de volver y el corazón aún latiéndome.

Anónimo
5.0
16/01/2025

Llegué al depa un poco empapado por la lluvia, toqué el timbre y me abrió con una sonrisa que se me quedó grabada. Me dejó colgar mi chamarra y me ofreció un trago. Charlamos de museos y viajes hasta que dejamos el sofá y fuimos al balcón: un beso frenado, se sintió un click, y no hubo marcha atrás. En minutos estábamos abrazados, el pulso a mil y las manos buscando... Ni idea de la ropa que sobró en el suelo. Terminamos tirados en la cama, sudando y riendo por lo rápido que pasaron las dos horas. Me regaló un último beso en la frente y me recordó que, por alto que sea el arancel, valió cada peso.

Anónimo
5.0
05/12/2024

anoche me aventé con Mel Souza en su depa de La Condesa. Llegué a las 9:04 pm y la puerta se abrió al toque: tacones altos y lencería negra que no esperaba. “Pasa”, me dijo y dejó mi chaqueta en la silla.

Empezamos con un trago y un rato de charla sobre Brasil y la CDMX, todo muy natural. En un par de minutos, sus labios y mi pulso subían sin parar: un beso arrancó sin avisar y nos quedamos pegados contra la pared. Sentí sus manos en mi nuca y la abracé fuerte, sin guión ni vergüenza.

En el cuarto, la música sonó más alta, respiraciones agitadas y risas cortas. Nos soltamos tras unos minutos, sudados y cómplices. Me regaló una sonrisa y un “avísame cuando quieras”. Le mandé mensaje antes de llegar al coche: sin duda, repito pronto.

Última actualización: 22 de julio de 2025